Un avión de combate de Rusia obligó este martes a un dron de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos a descender sobre el mar Negro tras dañar la hélice del MQ-9 Reaper, según el Ejército de EE.UU.
El avión no tripulado Reaper y dos aviones rusos SU-27 Flanker sobrevolaban aguas internacionales del mar Negro cuando una de las aeronaves rusas voló intencionadamente delante del dron y le arrojó combustible en repetidas ocasiones, indicó un comunicado del Comando Europeo del Ejército de EE.UU.
Luego, el caza ruso golpeó la hélice del dron, lo que provocó que las fuerzas estadounidenses derribaran el dron MQ-9 en aguas internacionales. El brigadier general Patrick Ryder, portavoz del Pentágono, agregó este martes que el avión ruso voló “en las cercanías” del dron durante 30 a 40 minutos antes de chocar justo después de las 7 a.m., hora de Europa Central.
«Nuestro avión MQ-9 estaba realizando operaciones de rutina en el espacio aéreo internacional cuando fue interceptado e impactado por un avión ruso, lo que resultó en un accidente y la pérdida total del MQ-9», dijo el general de la Fuerza Aérea James B. Hecker, comandante de la Fuerza Aérea de EE.UU. en Europa y en África, dijo en el comunicado.
«De hecho, este acto inseguro y poco profesional de los rusos casi provocó que ambos aviones se estrellaran», añadió.
Esta es la primera vez que aviones militares rusos y estadounidenses entran en contacto directo desde que Rusia lanzó su invasión de Ucrania hace poco más de un año y es probable que aumente las tensiones entre las dos naciones, a medida que EE.UU califica el episodio de «imprudente, ambientalmente perjudicial y poco profesional».
Se espera que el embajador de Rusia en Estados Unidos, Anatoly Antonov, se reúna con la subsecretaria de Estado para Asuntos Europeos, Karen Donfried, la tarde de este martes, dijo un alto funcionario del Departamento de Estado. Antonov fue convocado al departamento para “transmitir nuestras fuertes objeciones”, dijo el martes el portavoz del departamento, Ned Price, y la embajadora de Estados Unidos en Rusia, Lynne Tracy, “ha transmitido un fuerte mensaje al Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia”.
Al presidente Joe Biden le informaron en la mañana de este martes sobre el incidente. El asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, le dio el reporte a Biden sobre el asunto, según el coordinador de comunicaciones del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
Price dijo por su parte que Estados Unidos se ha “comprometido a altos niveles con nuestros aliados y socios” para informarles sobre el incidente. Agregó que EE.UU. “no estaba en condiciones de hablar sobre lo que los rusos pretendían hacer” con las maniobras, pero que, en última instancia, la intención importaba menos que “lo que realmente sucedió”.
Kirby dijo que «no era extraño» que los aviones rusos interceptaran aviones estadounidenses sobre el mar Negro, y explicó que hubo otras intercepciones en las últimas semanas.
Sin embargo, destacó que el episodio de este martes sí fue único en cuanto a cuán «inseguras, poco profesionales e imprudentes» fueron las acciones rusas.
El Ministerio de Defensa de Rusia negó, a través de un comunicado, haber estado en contacto con el dron, al señalar que los aviones de combate «se apresuraron a identificar al intruso» después de detectarlo sobre el mar Negro. Y agregó que el dron «realizó un vuelo no guiado con una pérdida de altitud».
“El dron voló sin sus transpondedores, violando los límites del régimen de espacio aéreo temporal establecido para la operación militar especial, comunicado a todos los usuarios del espacio aéreo internacional y publicado de acuerdo con los estándares internacionales”, dijo el ministerio.
El Departamento de Defensa de EE.UU. trabaja actualmente para desclasificar las imágenes del incidente, dijo Ryder el martes. También señaló que Rusia no ha recuperado el dron derribado.
Aviones rusos y estadounidenses han operado sobre el mar Negro en el transcurso de la guerra, pero esta es la primera interacción conocida de este tipo, una escalada potencialmente peligrosa en un momento crítico de los combates.
Desde antes del inicio de la guerra, Estados Unidos ha estado operando drones Reaper sobre el mar Negro para vigilar la zona.
Según las Fuerzas Aéreas, el avión no tripulado Reaper puede volar hasta 50.000 pies de altura, y dispone de sensores y capacidades para recopilar información y realizar tareas de reconocimiento durante largos períodos, lo que lo convierte en una plataforma ideal para seguir los movimientos en el campo de batalla y en el mar Negro.