Este mes, aproximadamente 16 millones de hogares vulnerables que reciben beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés) en 32 estados y en la ciudad de Washington verán disminuir sus beneficios en al menos US$ 95 cada mes, según las estimaciones del Center on Budget and Policy Priorities, de tendencia izquierdista.
En promedio, se calcula que los afectados perderán entre el 30 % y el 40 % de sus beneficios del SNAP, dijo Diane Whitmore Schanzenbach, economista del Instituto de Investigación de Políticas de Northwestern.
El motivo es el fin de una política de emergencia por el covid-19 que había aumentado los beneficios del SNAP al nivel máximo para cada destinatario. En 18 estados, esos beneficios adicionales ya habían expirado.
Los estados con más hogares cerca del borde de ese «precipicio» de prestaciones sufrirán la mayor pérdida promedio de beneficios. Al menos cuatro estados —Hawai, Minnesota, Nueva Hampshire y Wisconsin— sufrirán una pérdida media de prestaciones de más de US$ 200 al mes.
Pero incluso para los hogares que pierden el aumento mínimo de U$ 95, la disminución representa un cambio sustancial en sus beneficios mensuales. El impacto se sentirá «en todos los ámbitos», dijo a CNN Dottie Rosenbaum, directora de la Política Federal del SNAP en el Centro de Prioridades de Presupuesto y Políticas (CBPP, por sus siglas en inglés).
Aunque cada beneficiario del SNAP se verá afectado, la escasez de alimentos no afecta a todas las familias por igual. Los hogares de personas negras y los hogares con niños tienen más probabilidades de experimentar la escasez de alimentos, según datos de la Encuesta de Pulso de los Hogares de la Oficina del Censo de Estados Unidos.
Las asignaciones de emergencia tuvieron un impacto claro: Whitmore Schanzenbach estima que redujeron la insuficiencia alimentaria en un 9 %.
Con el final de este «impulso temporal», Rosenbaum dice que las familias que ya sienten que las presiones de la inflación enfrentarán aún más dificultades para adquirir comestibles.
En 2020 y 2021, la inseguridad alimentaria se mantuvo cerca de los niveles de 2019 de aproximadamente el 10 %, después de un aumento inicial temprano debido a la pandemia, según el CBPP.
«Es bastante sorprendente que cuando se mira la Gran Recesión, vemos aumentos en la inseguridad alimentaria que fueron bastante considerables, mientras que durante la pandemia, la inseguridad alimentaria se mantuvo estable y alcanzó los mínimos en 20 años para las familias con niños, en gran parte gracias al SNAP y a otras ayudas por el covid”, dijo Rosenbaum.
Debido a que las asignaciones de emergencia aumentaron los beneficios de cada destinatario a la cantidad máxima, los hogares con ingresos más altos, que previamente recibían la cantidad mínima de beneficios del SNAP, verán la mayor disminución en su asignación mensual. Si bien estos hogares tienen mayores ingresos que otros receptores del SNAP, siguen siendo bajos ingresos. Por ejemplo, muchos destinatarios de edad avanzada reciben menos beneficios del SNAP debido a los ingresos del seguro social, dijo Whitmore Schanzenbach.
Aunque las investigaciones indican que el final de este programa probablemente aumente la insuficiencia alimentaria, mantener a cada destinatario con el nivel máximo de beneficios indefinidamente no es una opción, dijo Whitmore Schanzenbach.
«No hay forma de terminarlo sin causar daño porque comenzarlo redujo el daño», dijo Whitmore Schanzenbach. «Afortunadamente, hemos salido de esta pandemia con una economía bastante fuerte, muy fuerte, por lo que espero que podamos absorber las mayores dificultades».