Dólar blue, dólar paralelo, dólar informal. Si sigues la actualidad económica de Argentina —o si estás planeando un viaje al país sudamericano—, sin lugar a dudas te has cruzado con alguna de estas expresiones. Y todas significan lo mismo: designan al billete verde que se comercia fuera del circuito formal. Podría decirse que es el mercado negro, pero en el caso argentino es el dólar de la calle.
El dólar blue, tristemente célebre en la historia reciente de Argentina
El dólar blue, explica el sitio Chequeado, siempre existió en la medida que había gente que quería hacer operaciones de compraventa fuera del mercado formal. Sin embargo, en algunos períodos de la historia reciente de Argentina, en los que se restringió legalmente la capacidad de compra de dólares por parte de los ciudadanos, adquirió mayor importancia.
El primero fue 2011, cuando la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner estableció el llamado cepo cambiario. En 2019, seis días después de asumir la Presidencia, Mauricio Macri levantó el cepo. Pero cuatro años después volvió a imponerlo. Ese fue un segundo hito.
En el Gobierno actual, encabezado por Alberto Fernández, el Ministerio «le agregó un impuesto del 30% (Impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria, PAIS) y una retención del 35% a cuenta del impuesto a las Ganancias, además de una serie de inhibiciones para comprar dólares al banco por distintas situaciones», explica Chequeado.
Debido a los cepos, que justamente son los límites a la cantidad de dólares que las personas pueden adquirir en el mercado oficial, los ciudadanos argentinos que quieren hacerse de billetes verdes acuden al mercado negro, donde la cotización en estas circunstancias es menos ventajosa que la oficial (el dólar les cuesta más caro), pero no hay restricciones.
El coro en la peatonal Florida
«Cambio, cambio, cambio». Cuando caminas por la famosa peatonal Florida, en la ciudad de Buenos Aires, escuchas esas palabras sin cesar. Al cabo de un rato, parece un coro de voces que desde diferentes espacios te están haciendo una misma oferta: que les vendas tus dólares.
Y es que para los turistas que llegan al país sucede la situación inversa: el dólar blue es la cotización que más le conviene porque si optan por ella conseguirán ahora más pesos por cada uno de los billetes verdes.
Las subidas y bajadas del dólar blue
¿Cómo puede oscilar el dólar blue? La respuesta, dicen analistas consultados por CNN Radio Argentina, se dará siempre en un contexto en el que se combinan al menos tres factores.
Uno de ellos es la inflación alta: entre enero y noviembre, el aumento del índice de precios al consumidor fue de un 85,3% acumulado, según el Indec.
Un segundo factor es la fuerte emisión de pesos para financiar los gastos del Tesoro y el rescate de bonos. Eugenio Marí, economista de la Fundación Libertad y Progreso, se refirió a este punto en un análisis sobre el mercado cambiario. Según él, las variaciones responden a dos factores. Uno es «una creciente desconfianza en el peso y la capacidad del gobierno de poder avanzar hacia equilibrios macroeconómicas que reduzcan el riesgo» y el otro es un «festival de emisión monetaria que viene realizando el Banco Central, que ha inundado el mercado de pesos, lógicamente hace caer su valor». En otras palabras, oferta y demanda.
También hay que mencionar las medidas para recortar el acceso a dólares formales a los importadores, que se ven obligados a comprar divisas en el mercado informal, lo que aumenta la presión sobre la cotización de ese dólar, explica CNN Radio Argentina.
«Los precios muchas veces son un estado de ánimo»
También hay un factor más emocional, según expertos.
En julio, por ejemplo, tras la renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía el precio del dólar blue se disparó cerca de un 9%. Esta variación muestra, según el análisis que hizo en CNN el especialista en finanzas Claudio Zuchovicki en ese momento, el factor psicológico que impacta en la cotización.
«El dólar no tiene un valor técnico», dijo, y «los precios muchas veces son un estado de ánimo». Lo explicó con un ejemplo muy lejano al billete verde. ¿Cuánto vale un bote? Digamos, por ejemplo, US$ 10.000. Pero ¿cuánto vale un bote al lado del Titanic cuando se está hundiendo? Sin dudas mucho más. Esto demuestra que el valor es relativo y el miedo juega un papel.
Fernando Losada, economista jefe para mercados emergentes de Oppenheimer en New York, dijo recientemente a CNN que la depreciación del peso argentino justamente «indica que no hay ninguna confianza» en la estrategia económica del Gobierno, entonces «la población huye de los pesos para refugiarse en cualquier otra cosa que la población cree que les ofrece una mejor reserva de valor».