Antes de que se pateara la pelota en el primer partido de Irán en la Copa del Mundo, que disputa contra Inglaterra, los jugadores iraníes hicieron una poderosa declaración.
En lo que parecía ser una muestra de solidaridad con los manifestantes de su país, los jugadores se quedaron en silencio mientras sonaba el himno nacional iraní en el Estadio Internacional Khalifa antes del inicio del partido.
Las protestas, el caos y la violencia han sacudido a Irán en los últimos meses y han amenazado la propia naturaleza del régimen del país, que lleva más de 40 años en el poder.
Las protestas, calificadas por los expertos como las más importantes desde la instauración del régimen clerical tras la Revolución iraní de 1979, se desencadenaron a raíz de la muerte de Mahsa Amini, una mujer de 22 años que falleció tras ser detenida por la policía de la moral iraní, supuestamente por no respetar el código de vestimenta conservador del país. Las fuerzas de seguridad iraníes han respondido violentamente a las manifestaciones.
Antes de que comenzara el torneo, el seleccionador de Irán, Carlos Queiroz, dijo que los jugadores podrían protestar mientras compitieran en Qatar.
La muestra de respeto silenciosa del lunes fue recibida con una ruidosa reacción por parte de los aficionados iraníes, muchos de los cuales vitorearon en todo momento. No está claro si fue en apoyo de los jugadores.