En la Asamblea de Madrid, que lleva casi dos meses inutilizada después de que los plenos semanales se emplazasen a después del verano, es poco común observar entendimiento de los grupos políticos que se encuentran en bancadas opuestas. Por ello, ver a Mónica García, líder de la oposición, y a Enrique Ossorio, ‘número dos’ de Ayuso, comparecer en rueda de prensa tras una reunión para anunciar que han llegado a acuerdos es, sin duda, una noticia en sí misma.
Tras el primer encuentro con un partido que no fuese el suyo, Enrique Ossorio, recién nombrado vicepresidente de la Comunidad de Madrid, y a quien Ayuso aupó antes de verano como su ‘mano derecha’ en detrimento de Enrique López, consejero de Presidencia, Justicia e Interior, ha comparecido ante la prensa para trasladar la «preocupación» del Ejecutivo regional. Esta incertidumbre deriva, según ha detallado, del precio de la energía, por el incremento de las hipotecas, como consecuencia de la subida del Euríbor, el impacto que pueda tener el empleo o la inflación, en la misma jornada en la que este parámetro ha dado precisamente un respiro que se ha vinculado a la caída del precio del combustible.
La mandataria popular ha abierto el día de reuniones en un ambiente distendido con el portavoz del PP en la Cámara, Pedro Muñoz Abrines, y ha proseguido con la homóloga de éste en Vox, Rocío Monasterio, con la que han compartido la intención de avanzar en un plan de compensación para los autónomos, que el partido de ultraderecha llevó a la Cámara madrileña antes del periodo estival, y en las rebajas de impuestos. Con Vox, «a veces coincidimos y a veces coincidimos menos«, ha señalado Ossorio, que se ha mostrado en armonía con las propuestas de la formación que dirige Abascal a nivel nacional.
Fruto de esa «coincidencia» con Vox ha surgido el llamamiento para comenzar las negociaciones sobre los presupuestos regionales de 2023 «en los próximos días». Monasterio ya ha marcado sus exigencias para darlos su apoyo, entre las que se encuentran la seguridad, que ha vinculado con los episodios de este fin de semana en Alcalá de Henares, y la reducción de diputados en la Asamblea.
Antes del 31 de octubre, fecha en la que cumple el plazo para presentar en la Asamblea de Madrid el proyecto de cuentas públicas, deberán llegar a un pacto. Ossorio no ha cerrado puertas y ha exhibido su «voluntad de negociación» con los de Abascal, pero también con el resto de grupos.
La izquierda ha tenido que esperar hasta entrada la tarde, cuando la líder de Más Madrid, Mónica García, se ha reencontrado con Ayuso, con la que protagonizó intensos encontronazos, con descalificaciones personales incluidas, el pasado curso político. Ya avisaba desde por la mañana de que iba a acudir al encuentro con tres propuestas y una petición, la de que «abandone formalmente su pelea en el Tribunal Constitucional» por el decreto de ahorro energético del Gobierno central. De esta forma, le ha pedido que «se alinee con Europa, en lugar de con Putin«.
«No han sido capaces de decir que la vayan a abandonar. No nos han contado ni una sola medida de ahorro energético», ha declarado García después del encuentro. A lo que posteriormente ha respondido Ossorio que las iniciativas políticas y la disputa con el Gobierno de coalición en el Alto Tribunal son «compatibles».
No obstante, la reunión ha resultado «muy fructífera», ha sostenido el vicepresidente. Han coincidido en algunas medidas «que ya llevamos», ha matizado Ossorio, y en otras «que vamos a pensar». Más Madrid ha solicitado que se instalen placas fotovoltaicas en los techos de las cocheras para reducir el coste energético de Metro de Madrid en un 12%, lo que, según ha apuntado García, supondría un ahorro y una amortización en menos de dos años de la inversión previa de 25 millones. «Ellos habían anunciado un plan más modesto», ha añadido. Se refería a una iniciativa que anunció la Consejería de Transportes en este sentido el 16 de junio de 2022, y que comenzará con la colocación de placas en todos los depósitos de Metro de Cuatro Vientos, Loranca y Fuencarral.
También han ido en paralelo en las ayudas de ‘vuelta al cole’ y en el Plan Renove de Electrodomésticos. Ossorio ha trasladado que estudiará la petición de Más Madrid de que se garantice la gratuidad del comedor escolar, aunque, al menos, «costarán un euro», ha avanzado el vicepresidente. Donde no han presentado tanta complicidad ambos partidos ha sido en el tema sanitario. «No saben la cifra de los madrileños que están en una lista de espera sanitaria. 734.000 madrileños esperando una prueba diagnóstica o una consulta con el especialista. Más del 50% llevan esperando más de 90 días», ha afirmado García.
A su vez, Mónica García ha pedido a Ayuso su compromiso para que, en este curso político, se eviten los «insultos, ataques personales y exabruptos» en los plenos de la Asamblea de Madrid. El deterioro de los debates, ha dicho Ossorio, llegó con la irrupción de los partidos «populistas» en el espectro político madrileño, en el que ha incluido a la formación verde, pero ha mantenido que sería lo «más deseable». Más tarde y ya cerca de que empezasen los informativos de televisión, desde Unidas Podemos han recriminado que «quien no ha llamado vagas y malcriadas ha sido la presidenta de la Comunidad de Madrid».
Por su parte, Juan Lobato, portavoz del PSOE de Madrid, ha indicado que la reunión entre ambos equipos ha sido «cordial» y «educada», pero ha finalizado sin grandes consensos. Pedían los socialistas madrileños la gratuidad coyuntural del transporte público o la reapertura de las urgencias de Atención Primaria. «Me pasa como a Feijóo, no me fio mucho de Ayuso», ha deslizado. «Se van a abrir los SUAP (Servicios de Urgencias de Atención Primaria) en el corto plazo«, ha prometido Ossorio.
Para Unidas Podemos, en cambio, la reunión, la más corta del día, ha sido calificada por su portavoz, Carolina Alonso, como «fracasada», ya que «busca su lavado de imagen y no escuchar a la oposición ni adoptar ningún tipo de acuerdo«. «No se han comprometido a absolutamente nada», ha exclamado pesimista. Ni en infancia, ni en sanidad, ni en transporte ni en educación han llegado a un punto en común desde el Gobierno de Ayuso con el partido morado.