Tendencia de las encuestas previas a las elecciones en Alemania.
En apenas una semana, los alemanes acudirán a las urnas para elegir a un nuevo Parlamento en las elecciones federales del país, que decidirán al próximo canciller del país en un momento clave para Alemania y Europa por la guerra comercial con Trump y sus conversaciones con Putin por la guerra en Ucrania.
La mayoría de las encuestas coinciden en qué partido será la fuerza más votada: la Unión Democristiana (CDU) de Friedrich Merz tiene todas las papeletas para llevarse los comicios del 23 de febrero, un resultado consecuente con el desgaste que los socialdemócratas (SPD) de Olaf Scholz han sufrido durante su gobierno en la llamada «coalición semáforo» con los Verdes y los liberales del FDP.
En apenas una semana, los alemanes acudirán a las urnas para elegir a un nuevo Parlamento en las elecciones federales del país, que decidirán al próximo canciller del país en un momento clave para Alemania y Europa por la guerra comercial con Trump y sus conversaciones con Putin por la guerra en Ucrania.
La mayoría de las encuestas coinciden en qué partido será la fuerza más votada: la Unión Democristiana (CDU) de Friedrich Merz tiene todas las papeletas para llevarse los comicios del 23 de febrero, un resultado consecuente con el desgaste que los socialdemócratas (SPD) de Olaf Scholz han sufrido durante su gobierno en la llamada «coalición semáforo» con los Verdes y los liberales del FDP.
La cuestión migratoria se ha convertido en el tema central de esta campaña, más si cabe tras el atropello masivo de este jueves en Múnich. También el acercamiento de posturas entre el centroderecha y la ultraderecha, cuya alianza para endurecer la política migratoria en el Bundestag resquebrajó el cordón sanitario que hasta ahora el resto de partidos habían mantenido con AfD.
Los conservadores ganarán las elecciones y la ultraderecha podría tener la llave, según los sondeos
Todos los sondeos coinciden en que los conservadores de la CDU ganarán las elecciones federales del 23 de febrero: en su último sondeo del 10 de febrero, la encuestadora alemana INSA los mantiene en cabeza con un 30% de los votos, en la misma línea que la encuestadora Allensbach (donde los conservadores alcanzan el 32% de los votos) y el sondeo de IPSOS(29%), según recoge el portal Electomania.
Las encuestas también coinciden en que Alternativa por Alemania (AfD) logrará un resultado histórico: la ultraderecha será la segunda fuerza política en los comicios según el sondeo de INSA (22% de los votos) y en la misma línea en el de Allensbach (20%) o IPSOS (21%). Esto daría a la formación de la candidata Alice Weidel un papel clave en el Bundestag para nombrar al próximo canciller. Doblarían así sus resultados de las últimas elecciones: en 2021 lograron el 10% de los votos y quedaron en quinta posición.
Duro castigo para el gobierno de Scholz y sus socios, que pierden la mayoría
En la otra cara de la moneda, las encuestas apuntan a un castigo para los tres partidos de la «coalición semáforo» que formó el último gobierno: los socialdemócratas, nuevamente con el canciller Olaf Scholz como candidato, se hundirían hasta la tercera posición, sumando entre el 15,5% y el 16% del voto, según la media de los sondeos. El sondeo de INSA, de hecho, les otorga medio punto menos que la semana pasada.
En la misma línea, los hasta ahora socios de gobierno de Scholz, los Verdes, obtendrían alrededor del 13% de los votos según varias encuestas. Pero los más castigados de la coalición serían los liberales de la FDP: la media de las encuestas los sitúa en torno al 4% de los votos tras ser cuarta fuerza en 2021 con el 11% de los votos.
De cumplirse todos los pronósticos, las tres fuerzas de la coalición semáforo pasarían de sumar el 51% de los votos a apenas el 32%, lo que elimina cualquier opción de reeditar su alianza.
La migración y el cordón sanitario a la ultraderecha, dos grandes temas de campaña
La cuestión migratoria ocupa un tema central en esta campaña: mayores restricciones a la entrada de inmigrantes en Alemania propició que la CDU aprobase una moción en el Bundestag con apoyo de los liberales y de la ultraderecha de la AfD, un pacto ampliamente criticado por la oposición (incluyendo el rechazo de Angela Merkel y del canciller Olaf Scholz).
El atropello masivo de este jueves en Múnich, con un inmigrante afgano de 24 años y solicitante de asilo rechazado detenido como autor del atentado, ha agitado el debate justo cuando queda una semana para los comicios y evoca el fantasma de una posible unión de las derechas, al menos en esta materia.
Aunque Merz ha rechazado varias veces la posibilidad de un pacto con la ultraderecha, ha prometido en su perfil de X que, de ser elegido canciller, «algo tiene que cambiar en Alemania» para que todos puedan «sentirse seguros nuevamente en este país».
El atentado de Múnich, Trump y Ucrania, en el centro del debate electoral a cuatro
Horas después de lo sucedido en Múnich (en vísperas de la Cumbre de Seguridad en la capital bávara), los cuatro principales candidatos comparecieron en un debate televisado de la cadena pública ZDF.
La migración y la seguridad ocuparon buena parte de las intervenciones, con el canciller Scholz prometiendo la condena y deportación del autor del atentado y subrayando la necesidad de «más deportaciones», que bajo su gobierno, defendió, se han aumentado en un 70%. La candidata de AfD, Alice Weidel, aseguró que bajo su gobierno, el autor del atropello «no hubiera estado aquí» y afirmó que su partido promulga una «cultura de la bienvenida» para inmigrantes «cualificados y que paguen impuestos».
Los candidatos también abordaron diferentes temas, como el precio de la energía, el cambio climático, la situación económica o la guerra de Ucrania y las acciones de la nueva administración Trump: tanto Scholz como Merz coincidieron en que la unidad europea será clave para afrontar lo que está por venir en la frontera este del continente.