Estados Unidos redactó una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para apoyar el despliegue de una fuerza de acción rápida en Haití, donde hay una crisis generalizada, confirmó un funcionario estadounidense.
La decisión parece ser un cambio radical para para el gobierno Biden tras las declaraciones esta misma semana de un funcionario estadounidense que era “prematuro hablar de una presencia de seguridad estadounidense” dentro de Haití. Sin embargo, aún no está claro exactamente qué papel jugaría Estados Unidos en esta fuerza de acción rápida.
La resolución fue reportada por primera vez por el Miami Herald.
Mientras tanto, la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional envió un equipo de respuesta ante desastres a Haití, luego de una breve visita a la capital, Puerto Príncipe, a principios de esta semana, por parte de una delegación de alto nivel enviada por la Casa Blanca.
Las condiciones en Haití parecen empeorar día a día, con crisis simultáneas en materia de salud y seguridad, incluido un brote de cólera, escasez de alimentos y combustible, protestas generalizadas y violencia de pandillas sin control. La ONU publicó un sombrío informe el viernes en el que acusa a las poderosas pandillas del país de utilizar la violación como una herramienta de intimidación y control.
El domingo, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió apoyo a la Policía Nacional de Haití, luego de que el país solicitara dicha ayuda externa.
Puerto Príncipe fue escenario de brutales batallas entre pandillas este verano que incendiaron vecindarios enteros, desplazando a miles de familias y dejando a otros atrapados en sus hogares, temerosos de salir incluso en busca de comida y agua.
Cientos de personas murieron, o fueron heridas o desaparecidas. Los delincuentes todavía controlan o tienen influencia en partes de la ciudad más poblada del país, y los secuestros para pedir rescates amenazan los movimientos cotidianos de los residentes. En las últimas semanas, manifestantes de varias ciudades pidieron la renuncia del primer ministro Ariel Henry ante los altos precios de los combustibles, la inflación la delincuencia descontrolada.
Su furia creció aún más el mes pasado cuando Henry anunció que recortaría los subsidios al combustible para financiar al gobierno, una medida que duplicaría los precios en las gasolineras. Por su parte, las poderosas pandillas de Haití han exacerbado la crisis del combustible al bloquear el principal puerto del país en Port-au-Prince.