Las elecciones intermedias del 8 de noviembre podrían cambiar el rumbo de Estados Unidos y delinear la elección presidencial de 2014. Uno de los temas candentes de la elección es la política inmigratoria, lo que podría cambiar la vida de los 40 millones personas inmigrantes en el país.
El tema inmigratorio, así, se ha colado en las campañas de cara a los comicios intermedios, y las propuestas abarcan un amplio espectro. Mientras que algunos estados seguirán siendo refugio para los inmigrantes, otros se volverán más peligrosos en un país cada vez más polarizado.
En términos concretos, hay algunos estados en los que el tema es más candente que en otros, debido a una mayor afluencia por su cercanía con la frontera. Estos son California, Texas, Florida, Nueva York y Arizona. Todos tienen alta población hispana y son destinos finales para muchos inmigrantes de la región.
California
En California, el demócrata Gavin Newsom irá por un segundo mandato, y para eso deberá enfrentar al republicano Brian Dahle, quien, en general, no ha hecho foco en el tema inmigratorio en su plataforma o en las entrevistas que ha otorgado a los medios de comunicación.
En la actualidad, California es uno de los estados con políticas más favorables para los inmigrantes. Allí se ha ampliado del acceso a la educación superior, el acceso a la atención médica y a los beneficios públicos, se avanzó en las protecciones para los trabajadores inmigrantes, en el apoyo a los estudiantes inmigrantes, y se mejoró las oportunidades de desarrollo económico, de movilidad e inclusión a través del acceso a licencias de conducir y servicios de inmigración pro bono, según información de la oficina de Newsom.
Además, según la misma fuente, California se convirtió en el primer estado en ampliar la elegibilidad del servicio de salud a adultos de bajos ingresos de 50 años o más, independientemente de su situación migratoria, un hito importante en el progreso del estado hacia la cobertura universal de salud. En septiembre de este año, Newsom anunció que los inmigrantes indocumentados podrían obtener una identificación (ID) estatal.
Texas
Texas es uno de los estados en los que la cuestión migratorio es central. En el caso del actual gobernador, Greg Abbott, quien ha sido uno de los republicanos que más ha batallado por endurecer la política inmigratoria.
En octubre de 2021, Abbott pidió al presidente Joe Biden que culminara la construcción del muro fronterizo que comenzó Donald Trump y que fue objeto de múltiples polémicas a nivel nacional. Pero las medidas que ha llevado adelante desde la gobernación de Texas para «asegurar» la frontera son múltiples: destinó más de US$ 4.000 millones en fondos para ese fin, desplegó miles de miembros de la Guardia Nacional de Texas a lo largo de la frontera, e incluso desde el mes de abril ha estado transportando a miles de inmigrantes a las ciudades de Washington, Nueva York y Chicago, entre otras cosas.
Sobre esa última medida se ha abierto un conflicto de proporciones. El objetivo de Abbott era demostrar la carga que representan esos inmigrantes y discutir ciertas afirmaciones del Gobierno de Biden sobre la seguridad de la frontera con México. «La vicepresidenta (Kamala) Harris afirma que nuestra frontera es ‘segura’ y niega la crisis», tuiteó Abbott, quien se convirtió en el principal impulsor del envío de inmigrantes hacia el noreste del país, y quien irá por su reelección como gobernador el 8 de noviembre. «Estamos enviando inmigrantes a su patio trasero para pedirle a la administración Biden que haga su trabajo y haga que la frontera sea segura».
Abbott se enfrentará en noviembre al demócrata Beto O´Rouke, quien en su sitio oficial asegura que «Texas debería ser el líder en la construcción de un sistema de inmigración seguro, legal y ordenado que satisfaga las necesidades de nuestro estado y de nuestro país. Ningún estado tiene más que ganar o perder».
O´Rouke propone, así, una vigilancia fronteriza «que realmente funcione», apoyándose en tecnología como sensores, torres de vigilancia y drones que ayuden a las autoridades a realizar arrestos y aumentar la capacidad de procesamiento para evaluar de manera más eficiente a los inmigrantes.
Además, propone un programa de trabajadores invitados que de un marcoa legal para que los inmigrantes cubran la escasez de mano de obra en industrias clave de Texas como la agricultura, el petróleo y el gas y la manufactura. «También podemos reformar nuestro sistema de reunificación familiar para que los ciudadanos estadounidenses no tarden más de 20 años en traer legalmente a familiares de otros países», añade en su página oficial.
Florida
El gobernador de Florida, Ron de Santis, al igual que Greg Abbott, ha estado transportando inmigrantes y es uno de los que sostiene que hay que «combatir la crisis en la frontera».
En septiembre de este año, De Santis afirmó: «Nosotros no somos un estado santuario y es mejor poder ir a una jurisdicción santuario, y sí, ayudaremos a facilitar ese transporte para que puedan ir un lugar más prometedor». Y añadió: «Todas las comunidades de Estados Unidos deberían compartir las cargas. No debería recaer todo en un puñado de estados rojos».
Meses atrás, en el sitio del estado de Florida, De Santis anunció un paquete de medidas que delinean su política inmigratoria y que incluyen la formación de una fuerza de choque del estado para interceptar el contrabando de personas, el tráfico y para incautar armas ilegales. Además, elevó una petición a la Corte Suprema de Florida para que un gran jurado estatal examine las redes internacionales de contrabando de personas que llevan extranjeros a la frontera sur y, en última instancia, a Florida.
En tercer lugar, el gobernador DeSantis firmó el proyecto de ley del Senado 1808, una legislación radical que busca «prohibir a los organismos gubernamentales contratar a cualquier transportista que facilite el reasentamiento de extranjeros ilegales en Florida», además de «exigir a ciertas agencias de aplicación de la ley que que firmen un acuerdo por escrito con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) para ayudar a en la aplicación de las leyes federales de inmigración identificando a los extranjeros ilegales».
De Santis se enfrentará, por el lado demócrata, a Charlie Chris, quien, además de haber ejercido como legislador, ya ha ocupado la silla de la gobernación del estado entre los años 2007 y 2011. Su política inmigratoria podría ser definida como una de «brazos abiertos»: en su sitio oficial, Chris propone la creación de una oficina para ayudar a los nuevos floridianos (unos 330.000 al año, de los cuales el 20% son inmigrantes).
Dicha oficina «eliminará las barreras burocráticas y proveerá la información y los servicios necesarios para asegurar que cada nuevo floridano tenga una transición exitosa». Además, «servirá como el recurso principal para los nuevos residentes que necesiten ayuda para echar raíces en el Estado del Sol. En su plataforma, Chris no hace distinción entre un inmigrante de Boston y uno de Florida. «La Oficina Para Nuevos Floridanos se asegurará que Florida sea el estado más acogedor de los Estados Unidos para nuevos residentes».
Nueva York
La gobernadora Kathy Hochul asumió como gobernadora el 24 de agosto de 2021, después de desempeñarse como vice. Desde entonces, ha impulsado una serie de medidas en favor de los inmigrantes, como la legislación que clasifica ciertas amenazas sobre reportar el estatus inmigratorio de una persona como extorsión o coerción.
«Nueva York se construyó sobre el trabajo duro y la determinación de generaciones de inmigrantes, y debemos apoyar a quienes intentan construir una vida mejor para ellos y sus familias», dijo Hochul. “Esta legislación protegerá a los neoyorquinos de los malos actores que utilizan la extorsión o la coerción debido a su estatus inmigratorio, y hará que nuestro estado sea más seguro contra amenazas e intimidaciones viles”.
Semanas atrás, la gobernadora también anunció la creación del Instituto para la Investigación y Políticas de Integración de la Inmigración del Estado de Nueva York, con el objetivo de ayudar a los inmigrantes en la transición a la vida comunitaria, en el acceso a la educación superior y en la integración como fuerza laboral. Los servicios del Instituto pueden incluir facilidades para los idiomas, integración escolar, asistencia habitacional, y seguridad laboral, entre otras cosas.
Del otro lado, Hochul deberá enfrentar al republicano Lee Zeldin, quien ha denunciado los incentivos del estado para atraer la inmigración ilegal. En una carta enviada en agosto de este año, Zeldin pide a la gobernadora que apoye la derogación de la ley «Luz Verde» de Nueva York —que permite a los inmigrantes indocumentados acceder a licencias de conducir—, «que se pronuncie contra el transporte de inmigrantes ilegales a Nueva York por parte de la Administración Biden, que permita y fomente una mayor coordinación y cooperación entre las agencias policiales federales, estatales y locales, y que derogue los numerosos incentivos de Nueva York que premian la entrada ilegal».
Arizona
Arizona actualmente está gobernado por el republicano Doug Ducey, quien no podrá volver a presentarse por un nuevo mandato. En su lugar, competirá Kari Lake, quien se enfrentará a la demócrata Katie Hobbs.
Durante lo que va de campaña, la candidata que cuenta con el apoyo de Donald Trump, ha pedido un reforzamiento agresivo de la frontera y prometió “terminar con el maldito muro”. Afirma que, cuando sea gobernadora, presentará un presupuesto que contemple los recursos para la finalización del muro fronterizo. En su sitio web, Lake afirma que para «defender Arizona, haremos lo que Washington no hace».
Según ella, la crisis inmigratoria ha abierto una situación de caos, en la que «violentos narcoterroristas» se aprovechan de los inmigrantes que se encuentran en busca de una vida mejor. Además, afirma que, como gobernadora, actuará «con valentía y agresividad para poner fin a la crisis fronteriza». Eso implica, según su página oficial, la ampliación del cuerpo de los Rangers estatales, aumentar la presencia de la Guardia Nacional y aumentar las deportaciones «de criminales».
«No voy a esperar la aprobación de Washington o confiar en las promesas vacías de políticos lejanos para hacer lo que es mejor para los arizonenses», culmina su política inmigratoria. «La frontera se encuentra bajo ataque, y necesitamos a una luchadora que se enfrente a la política de fronteras abiertas de Biden».
Del otro lado, la demócrata Katie Hobbs, reconoce que es necesario «asegurar» la frontera, para impedir que delincuentes y traficantes ingresen al país, y para acabar con el caos y la anarquía. Pero reconozcamos también la muy real y devastadora crisis humanitaria que se desarrolla en la puerta de nuestro país. Y ningún plan de reforma inmigratoria integral estará completo sin una legislación que otorgue a los DREAMers la estabilidad y la certeza que merecen y un camino hacia la ciudadanía».
«Como gobernadora, utilizaré las herramientas a mi disposición para llevar recursos a nuestras comunidades fronterizas y proporcionar un alivio significativo a los arizonenses que sufren las consecuencias de décadas de inacción federal», añade en su sitio oficial, sobre el tema inmigratorio.