Empezaron a patinar y a jugar baloncesto desde corta edad, desde entonces soñaban con ganar una medalla y poder hacer realidad sus objetivos. Persiguiendo sus sueños, han participado en muchas competencias nacionales, allí vieron cómo el deporte podía reunir a personas de muchos países y orígenes y unirlos en el espíritu de la competición, así se dieron cuenta de que no importa quién eres o de dónde vienes, la participación deportiva puede empoderar.
Danna, Juan José y María del Sol son tres niños promesas del deporte colombiano, quienes con el apoyo de sus familias practican patinaje y baloncesto respectivamente. Los deportes se convirtieron para ellos en una forma de soñar, de prepararse para asumir desafíos y conseguir sus objetivos.“Por el sueño que tengo sé que debo trabajar todos los días, así iré cumpliendo las metas a corto plazo, para finalmente lograr el objetivo (…) por eso me he enfocado en los pequeños logros, porque desde lo pequeño se va llegando a lo grande”, asegura Juan José Sánchez, el niño de doce años cuyo corazón parece no latir, sino rebotar como un balón de baloncesto.
La dedicación que como deportistas vocacionales tienen ha dado lugar a la elevación de su trabajo, incluso los ha llevado a convertir las canchas y pistas, en las que se practica el deporte, en una sana conducta con la que enaltecen su joven existencia, la de sus padres y familiares en general. Además, la sociedad aplaude, reconoce y siente satisfacción por los logros que han obtenido.
“Desde pequeña se me ha facilitado bastante patinar, llegué a la escuela de patinaje siendo una de las más nuevas y, en menos del año, ya le estaba ganando a niñas que llevaban bastante tiempo ahí. Recuerdo que en una competencia me caí en toda la salida, quedé en la última posición, era una sola vuelta y cuando estaba llegando, de un momento a otro, en una curva que no se veía nada, pasé a todo el mundo llegando de primeras, esa fue mi primera competencia y jamás la voy a olvidar, ahí supe que debía seguir trabajando por mi sueño”, expresó Dana Martínez (patinadora).
Esa mentalidad ganadora los ha llevado a estar en los primeros lugares de torneos nacionales, departamentales y municipales. Con sus recientes medallas, cuentan que se han divertido bastante, les gusta ganar y quieren llegar a ser igual o más grandes que sus referentes en cada disciplina deportiva.
“Me gusta Stephen Curry, un jugador estadounidense de baloncesto que pertenece al equipo de los Golden State Warriors de la NBA. Con 1.88 metros de altura, juega en la posición de base. Ha sido tres veces campeón de la NBA y dos veces MVP de la temporada regular, quiero ser como él”, afirmó María del Sol Cuellar (baloncesto), quien a sus 13 años ya declaró que algún día jugará en la WNBA, una liga de Estados Unidos profesional de Baloncesto de mujeres.
Los tres niños tienen claras sus aspiraciones, por eso se esfuerzan cada día por lograrlo, saben que la disciplina será la que los lleve a cumplir sus sueños. Y es que toda esta dedicación es gracias a que sus padres les inculcaron desde muy pequeños el amor por el deporte. Además, la misma entrega que le imprimen a sus disciplinas, también se la ponen a sus materias del colegio, aunque, como todo niño, de vez en cuando rompen un poco las reglas en el salón de clases.
Una experiencia ganadora
MILO® ha sido un escalón importante en su camino. Promesas MILO®, con el firme propósito de impulsar el deporte en el país, ideó una iniciativa con el objetivo de identificar talento deportivo en los niños y adolescentes, hizo que estos tres niños quisieran estar allí y lo lograron. Además de estar en los empaques de la marca, ganaron una beca para su indumentaria y entrenamiento deportivo.
Tres sueños cumplidos gracias a esta iniciativa:
-”El próximo mes tenemos un viaje a West Lafayette para ir a la Universidad de Purdue (…) habrá un campamento de verano para basquetbolistas y la idea es poder invertir ahí lo que me gané”, afirma con ilusión el pequeño Juan José.
-”Gracias a Dios, a MILO®, a Nestlé de Colombia y el Comité Olímpico Colombiano pude participar en un campamento de baloncesto y la verdad, pues los entrenadores me felicitaron. En una de esas me dijeron que tenía un buen futuro y era la única mujer, y pues no me achanté por eso, quería ser una de las mejores y pues lo logré”, afirma con certeza e ilusión María del Sol.
-”Ya he aprovechado este premio, compré unos de los patines de mis sueños, he podido entrenar mejor, le estoy echando ganas a todo, quiero seguir siendo la mejor. Como digo siempre, con ganas se sueña, con valentía se logra”, puntualizó Danna.