El bloque de la investidura de Pedro Sánchez ha vuelto a exhibir sus diferencias. Los nacionalistas vascos se han distanciado del Gobierno en el debate sobre las elecciones de Venezuela, el exdirigente socialista José Luis Ábalos se ha abstenido, mientras que Junts directamente se ha ausentado de la votación para festejar la Diada. Con ello, el PP ha logrado —gracias también a Vox, UPN y Coalición Canaria— que el Congreso pida al Gobierno reconocer a Edmundo González como el presidente electo de Venezuela en lugar del autoproclamado Nicolás Maduro. También ha conseguido, según los populares, mostrar la «debilidad» parlamentaria de Pedro Sánchez. El presidente, por su parte, ha justificado su rechazo a la iniciativa de la oposición prometiendo que buscará unidad en la Unión Europea.
De este modo, el Congreso de los Diputados reconoce este miércoles a Edmundo González como el vencedor de las elecciones de Venezuela del pasado 28 de julio, apenas cinco días desde que el opositor llegara a España en calidad de asilado político por las presiones del régimen de Maduro. Tras la votación, los diputados del PP han celebrado la victoria aplaudiendo y poniéndose en pie en su bancada en el hemiciclo de la Cámara.
El Gobierno, en cambio, se opone. Los socialistas se escudan en que le han acogido en España por «humanidad» y, además, prometen buscar la unidad de la UE para una salida que recoja la voluntad democrática de los venezolanos.
Así lo ha dicho el propio Sánchez en la rueda de prensa que ofreció al término de su visita a China y en la que reiteró que España acoge al opositor Edmundo González por humanidad y aseguró que las críticas del PP al respecto deja a este «desnudo en su incongruencia». Ha recordado, además, que el Gobierno ha sido claro y ha pedido en todo momento a Venezuela la publicación de las actas electorales de las elecciones.
Unos argumentos que no han convencido a la mayoría parlamentaria que ha instado al Ejecutivo a llevar a cabo este reconocimiento a través de la proposición no de ley, una iniciativa que sirve de presión y es una clara victoria política para el PP, aunque no tiene ningún efecto jurídico.
Tras el debate sobre la proposición no de ley, PNV, socio preferente del Ejecutivo, dejó clara su postura a favor de reconocer a González como presidente electo, ya que «un Gobierno que quiere ser legitimado tiene que presentar los resultados y si no, es que tiene algo que ocultar», dijo Aitor Esteban, cuyo apoyo ya daba luz verde a la iniciativa.
La sorpresa la han dado esta mañana tanto Junts como el actual diputado del Grupo Mixto, José Luis Ábalos. El primero, por ausentarse de la votación alegando que su lugar estaba en las calles de Barcelona donde se celebra la Diada. El segundo, por haber llevado adelante su amenaza de romper con la disciplina del que fuera su partido hasta que fue expulsado por el caso Koldo.
Los populares han aprovechado estos desplantes para afear la falta de apoyos parlamentarios de Sánchez: «El Gobierno de Sánchez ‘vuelve al cole’ de la misma manera que lo acabó: sumando suspensos y acumulando derrotas fruto de su debilidad», sostienen desde Génova.
Para el PP, reconocer la victoria de Edmundo González es «un imperativo estratégico, sobre todo después de la operación diseñada por la dictadura [de Maduro], organizada por José Luis Rodríguez Zapatero y facilitada por el Gobierno por la que ha tenido que salir de su país entre chantajes y coacciones».
Tal y como dijo en el debate la diputada popular Cayetana Álvarez de Toledo, «la verdad y la soberanía del pueblo es sagrada», y «todo el mundo sabe que González ganó con 67% de los votos». A su juicio, como «frente a la represión solo funciona la firmeza», y criticó que Pedro Sánchez llame «héroe» a González cuando es incluso «el electo por los héroes» y no reconocer eso es «abandonarlo».