Un reportero graba imágenes del camino que lleva a la vivienda de la mujer de 50 años que ha sido hallada muerta en una cuneta de la localidad malagueña de Antequera.
El inicio del verano no ha podido ser más aciago en cuanto a los datos de violencia machista en España, que ha dejado ocho víctimas mortales: cinco mujeres, la madre de una de ellas y los dos hijos menores de edad de otra, unos datos que han puesto en alerta a las autoridades.
El pasado fin de semana fue especialmente fatídico, con tres mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en Las Pedroñeras (Cuenca), Fuengirola (Málaga) y Zafarraya (Granada). Este fin de semana, otras dos mujeres han perdido la vida a manos de sus parejas o exparejas en Villena (Alicante) y Antequera (Málaga).
El pasado viernes 28 de junio, una mujer llamada Petri, de 76 años, fue estrangulada en Fuengirola (Málaga) por su marido, que posteriormente intentó sin éxito suicidarse ingiriendo unas pastillas.
No existían denuncias previas hacia el hombre ni medidas VioGén de protección hacia ella, que tenía movilidad reducida y caminaba con la ayuda de un andador, según los vecinos de la zona.
Al día siguiente, en Zafarraya (Granada), un hombre acababa con la vida de su expareja, Laura, una joven de 20 años, y de su madre, de 49, con una escopeta de caza que después usó para suicidarse. El doble crimen se perpetró poco antes de las 6:00 de la mañana.
Solo unas horas después, la Guardia Civil hallaba en el interior de un baúl en una vivienda de Las Pedroñeras (Cuenca) los cuerpos de Amal, de 30 años, y sus dos hijos, de 5 y 8 años.
Una amiga de Amal había dado la voz de alarma el viernes porque no había acudido a su trabajo. En ese momento se inició una investigación y la Guardia Civil halló los tres cadáveres en una vivienda contigua.
Amal era la única de las tres víctimas de violencia machista de ese fin de semana que estaba en el sistema VioGén y contaba con una orden de protección en vigor contra su expareja, presunto autor del crimen.
Este viernes, 5 de julio, un matrimonio ha sido hallado muerto en una vivienda ubicada en una partida rural del municipio alicantino de Villena, donde el hombre, de 69 años, estaba ahorcado y la mujer, de 67, postrada en una cama, según la Guardia Civil.
Pese a que no existían antecedentes en el sistema VioGén, el subdelegado del Gobierno en Alicante, Juan Antonio Nieves, ha confirmado que es un caso de violencia de género.
Por último, este mismo sábado una mujer de 50 años ha sido hallada muerta en una cuneta de la localidad malagueña de Antequera y su pareja, un hombre de 62 años, ha sido detenido como presunto autor de la muerte por asfixia de la víctima.
Con estos últimos casos, las mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas en lo que va de año ascenderían a 21, 1.265 desde que se empezaron a contabilizar en 2003.
También en 2024, trece menores han sido asesinados por sus padres en crímenes de violencia vicaria, entre ellos los dos niños hallados descuartizados en Las Pedroñeras (Cuenca) junto a su madre.
Alerta en el Gobierno en una época complicada
El pasado 2 de julio, el Ministerio de Igualdad convocó el Comité de Crisis, un mecanismo que se reúne en los meses con una «alta concentración» de asesinatos machistas —cinco o más— o ante aquellos feminicidios en los que concurran circunstancias de «especial relevancia».
Tras la reunión, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, reconoció la existencia de un «problema» en el sistema de detección de casos de violencia de género e hizo hincapié en la «necesidad averiguar dónde se producen los fallos en la coordinación y cómo mejorarla porque ahí hemos detectado un problema».
El verano es una de las temporadas críticas para la violencia de género. En 2023, casi el 50% de los asesinatos machistas se cometieron durante el periodo estival, un porcentaje considerablemente superior a la media de la serie histórica iniciada en 2003, según la cual, el 28% de las víctimas fueron asesinadas entre los meses de junio y agosto.