¿Dónde se juegan las elecciones catalanas?Carlos G. Kindelan
El tablero político en Cataluña es complicado. Con ocho formaciones candidatas a presidir la Generalitat, los resultados de las elecciones de este domingo pueden ser diversos, aunque hay dos puntos claros para los estudios demoscópicos de los últimos días: el PSC podría conseguir con la mayoría de votos y Aliança Catalana encontraría su sitio en el Parlament.
Los socialistas, capitaneados por el exministro de Sanidad Salvador Illa, podrían lograr este 12M entre 40 y 42 escaños al Parlamento de Cataluña, según los datos del barómetro DYM para 20minutos publicados este lunes. Es decir, acuñarían el 27,7% del voto frente al 23,04% conseguido en 2021, con 33 diputados. Algo parecido a lo que también apunta el estudio más reciente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que da la mayoría a los socialistas con un 30% de los votos.
Y no serían los únicos en sumar votos. Frente al Junts+ de Carles Puigdemont, que se quedaría con un resultado semejante al de las anteriores elecciones (32-33 escaños) y con una bajada de ERC (24-26) con el actual presidente Pere Aragonès al frente, el PP volvería a sumar diputados hasta llegar a nueve, siete más de los que logró en los comicios de 2021.
Aunque se esperan más sorpresas. La bajada de un par de escaños de Comuns Sumar y también de la CUP y Vox contrasta con la aparición de una nueva formación, Aliança Catalana, que puede hacerse hasta con tres parlamentarios. Pero, ¿cuáles son los feudos clave de estas elecciones en Cataluña?
Para entender dónde se juegan los comicios de este 12M hay que explicar el sistema electoral catalán. Cataluña no tiene una ley electoral propia, la normativa está recogida en su Estatuto de Autonomía y en la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), donde se establece que el Parlament se compone por 135 escaños. De estos, un total de 85 salen de la provincia de Barcelona, mientras que Tarragona decide 18, Girona 17 y Lleida 15.
«Cataluña elige los diputados al Parlamento autonómico conforme a un decreto preconstitucional del Gobierno de Madrid de 1977. Esto es muy importante porque la población ha cambiado desde entonces y el sistema no es todo lo proporcional que debería ser», explica el politólogo y director de Asuntos Públicos de ATREVIA. En este sentido y aunque parezca que de Barcelona salen muchos diputados más, el experto hace hincapié en que esta provincia «elige unos quince escaños menos de los que le corresponderían y Lleida elige prácticamente el doble«.
Con 5.754.931 electores para este domingo (de voto CER y CERA), Barcelona cuenta con el 62,96% de todos ellos, es decir, con más de 4 millones (4.279.049). En Girona, los votantes de este 2024 son 553.338 (12,59%); en Tarragona 603.688 (13,34%) y en Lleida 318.856 (11,11%).
Ante estos datos y según Mostaza, «en Barcelona es donde se juegan las elecciones«. El experto añade, además, que el sistema electoral catalán «beneficia en la principal provincia a los partidos no nacionalistas, os constitucionalistas», ya que es donde más votos aglutinan formaciones como PSC o PP, mientras que en zonas como Girona y Lleida se «establece una pequeña prima a los que sí son nacionalistas», ya que es donde suelen ganar fuerzas como ERC y Junts.
Barcelona y el constitucionalismo
En las elecciones generales de julio del año pasado, el PSC fue la fuerza más votada en la ciudad de Barcelona, lo que no ocurría desde el año 2008. También en la provincia, donde subió cinco diputados logrando trece parlamentarios, algo que podría ser un preludio de lo que ocurra este domingo. «El panorama político catalán se ha vuelto muy inestable, no solo por el proceso secesionista, sino también porque a los partidos les está costando ubicarse», señala Mostaza. «La ventaja del PSC es que de todos los partidos que se presentan en el eje nacionalismo-no nacionalismo, el PSC es el único que puede pescar de las dos aguas«, agrega.
Mostaza pone el foco en la «falta de transversalidad» (bipartidismo) como motivo de que los socialistas puedan conseguir la mayoría de votos. «Esto es lo que explicaría que Illa gane las elecciones», dice. Una transversalidad que también podría complicar los posteriores pactos. «Hay muchos partidos que van a tener cinco diputados, cuatro, seis, ocho… y eso dificulta la consecución de escenarios de gobernabilidad», asevera el politólogo.
En la misma línea, la profesora de Estudios de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Oberta De Catalunya (UOC) Ana Sofía Cardenal confirma que es en la provincia de Barcelona donde populares y socialistas suelen aglutinar más votos, pero va un poco más allá. «Las fronteras porosas entre ERC y PSC van a estar en esta provincia y sus alrededores, sobre todo en los núcleos urbanos, ahí es donde se disputarán más votos», detalla.
Además, tanto Mostaza como Cardenal coinciden en que los votos de Ciudadanos (Cs), que en las elecciones de 2021 logró seis escaños y para los que en estos comicios se espera su desaparición del Parlament, serán parte de los que reciban estos partidos.
Orriols, «la sorpresa» en el interior
Además, la politóloga resalta que «a nivel de otras fronteras de votos, en el interior, en lo que es la zona de la Cataluña vieja, Ripoll, Olot… se van a disputar votos y podría ser donde entre Aliança Catalana, que tendrá una frontera clarísima con Junts».
Ambos expertos creen que la formación de Sílvia Orriols «será la sorpresa de estos comicios». Para Mostaza, «su votante vendrá de de Junts, porque es de derechas, o de la abstención, y seguro que en algún caso viene también de Vox, porque es un voto que lo que prima es el rechazo a la inmigración».
Para Cardenal, «el votante de Orriols viene claramente de municipios parcialmente despoblados donde cuentan con hasta un 30% de migración«. La docente recalca que una parte importante del electorado de Aliança Catalana «viene de Junts», concretamente, «del antiguo espacio de Convergència i Unió (CiU), ya que este partido tenía el monopolio del voto en el interior de Cataluña».
Así, Girona y Lleida es donde históricamente se aglutinan los votos a los partidos nacionalistas, algo menos en Tarragona. Concretamente, Girona reúne a la mayoría de los votantes de Junts. «El partido de Puigdemont allí es casi un régimen hegemónica», destaca Cardenal. Además, Junts es, según los estudios demoscópicos, el único partido que se mantiene con los mismos resultados que en 2021. «Tiene votantes fieles. Un 75% de ellos que en los anteriores comicios les votaron les volverán a votar», dice la profesora. «Junts da la sensación de tener un electorado muy sólido, muy poco transversal», agrega Mostaza, que también incide en que «lo que Puigdemont representa tiene un claro predicamento para la sociedad catalana«.
ERC, a la baja
Por el contrario, ERC podría llevarse el batacazo de estas elecciones. El partido del actual presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, podría restar casi una decena de escaños este domingo, pasando de los 33 de 2021, a entre 24 y 26 (un 17,2% de los votos). «ERC tiene la presencia del Gobierno autonómico y parece que no ha sido capaz de capitalizarla», manifiesta Mostaza. «Algunas fuerzas se están quedando un poco desdibujadas, como la CUP en la extrema izquierda nacionalista y los comunes, que se van a quedar con representaciones muy diluidas«, agrega, a la vez que apunta a que serán ellos, junto a ERC, los «principales perdedores de estas elecciones».
Cardenal, por su parte, cree que la probable caída en votos de los republicanos es «resultado de un desgaste de la acción de Gobierno, pero además de un Gobierno que ha estado haciendo piruetas con unas mayorías muy precarias. En el último periodo ha gobernado en minoría y le ha sido muy difícil sacar adelante propuestas, pactos y los Presupuestos».
También cree que Aragonés es un candidato que «no tiene tirón». «ERC sufre y lo hace por esto y porque ha captado muchos votos transversales que se irán al PSC o incluso los Comuns», culmina.