El expresidente Donald Trump (2017-2021) ha llegado este lunes al Tribunal Penal de Manhattanpara asistir a la selección de jurado de su juicio penal, el primero en la historia de EE UU a un exmandatario, donde en las próximas semanas se enfrentará a cargos de falsificación de documentos comerciales para ayudar a encubrir una aventura amorosa con una actriz porno.
Trump llegó este lunes al filo de las 9.00 de la mañana (13.00 GMT) a la corte, lugar que se encuentra repleto de policías y donde hay una concentración de cientos de periodistas; así como decenas de seguidores y opositores del magnate republicano que este año busca su reelección. El juicio penal -enfrenta 34 cargos por delitos graves y hasta cuatro años de prisión- podría durar entre seis y ocho semanas.
«El amor de 200 millones de estadounidenses»
Antes de entrar en la corte, Trump afirmó en su red social, Truth Social: «Cuando entro en esa sala del tribunal, sé que tendré el amor de 200 millones de estadounidenses detrás de mí, ¡y lucharé por la libertad de 325 millones de estadounidenses!». Trump señaló la semana pasada que la selección de los doce jurados «en gran medida es suerte».
A los candidatos al jurado no se les preguntará sobre sus afiliaciones políticas, pero sí sobre qué medios usan para informarse, si trabajaron para Trump o asistieron a uno de sus mítines, por ejemplo. Aunque la sesión de este lunes está dedicada a la selección del jurado, un proceso que puede durar hasta dos semanas, la expectación es máxima en el entorno del juzgado.
Mucha seguridad y expectación
Alrededor del Tribunal Penal de Manhattan y la Torre Trump de la Quinta Avenida, donde Trump permanecerá durante el juicio, la policía de Nueva York ha cerrado zonas, aumentó las cámaras de seguridad y monitorea las redes sociales para tratar de detectar cualquier amenaza, según CNN.
Debido a las reglas de Nueva York, el juicio no será televisado, pero habrá una gran expectación mediática que «acampará» tanto frente a la Torre Trump, como cerca del Tribunal Penal de Manhattan.
¿Testificará Trump?
La semana pasada, en una conferencia de prensa en Florida, Trump dijo que testificará en el juicio, proceso que describió como una «estafa» y «trampa». «Es una interferencia electoral por parte de la Administración Biden», señaló a la prensa y volvió a negar la acusación y repetir que se trata de una caza de brujas política.
Si Trump se subiera al estrado sería otro momento histórico, no obstante, según los expertos, es poco probable que esto pase, ya que Trump tendría que responder una serie de preguntas bajo juramento.
Los fiscales de Nueva York señalan que el expresidente ocultó intencionalmente registros comerciales para encubrir un pago de 130.000 dólares que Michael Cohen, el abogado y mano derecha de Trump, le hizo a la actriz porno Stormy Daniels en los meses previos a que Trump fuera elegido presidente en 2016.
Cohen, quien se espera que sea un testigo clave de la Fiscalía, dijo que realizó el pago siguiendo instrucciones de Trump. También se espera que Hope Hicks, exasistente de Trump en la Casa Blanca, se suba al estrado.
Más de una veintena de causas abiertas
Trump, que aspira a competir de nuevo por la Casa Blanca por el Partido Republicanoen las elecciones del 5 de noviembre, tiene más de una veintena de causas –civiles y penales– abiertas ante la justicia, entre ellas una por el asalto al Capitolio por una horda de sus seguidores en 2021, varias por presuntas agresiones sexuales a mujeres y otra más por irregularidades en la gestión de sus empresas.
En febrero pasado fue condenado por un juez de Nueva York a pagar una multa de 350 millones de dólares por varios casos de fraude en su empresa familiar, la Organización Trump, y limitó su capacidad para hacer negocios en este estado durante los próximos años.
Este año, además de enfrentarse al juicio que comienza este lunes, deberá responder en tribunales de Georgia y Washington DC por sus presuntos intentos de revertir los resultados de las presidenciales de 2020 que perdió contra el demócrata Joe Biden, y en Florida por la acusación de sustraer ilegalmente y mantener en su mansión de Mar-a-Lago documentos clasificados que sacó de la Casa Blanca tras abandonar el poder.