El régimen talibán de Afganistán ordenó a todas las organizaciones no gubernamentales (ONG) locales e internacionales que impidan que sus empleadas acudan a trabajar, según una carta del Ministerio de Economía enviada a todas las ONG con licencia.
El incumplimiento supondrá la revocación de las licencias de dichas ONG, según el Ministerio.
En la carta –cuya validez confirmó a CNN su portavoz, Abdul Rahman Habib–, el Ministerio menciona como motivos de la decisión la inobservancia de las normas islámicas de vestimenta y de otras leyes y reglamentos del Emirato Islámico.
«Últimamente ha habido serias quejas sobre la inobservancia del hiyab islámico y de otras leyes y reglamentos del Emirato Islámico», dice la carta, que añade que, como consecuencia, «se dan orientaciones para suspender el trabajo de todas las empleadas de organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales».
A principios de esta semana, el régimen talibán suspendió la educación universitaria para todas las estudiantes en Afganistán.
Un portavoz del Ministerio afgano de Educación Superior confirmó el martes a CNN la suspensión de la universidad. Una carta publicada por el Ministerio de Educación decía que la decisión se había tomado en una reunión del gabinete y que la orden entraría en vigor inmediatamente.
En una conferencia de prensa televisada el jueves, el ministro de Educación Superior talibán dijo que habían prohibido la entrada de mujeres en las universidades por no respetar las normas islámicas de vestimenta y otros «valores islámicos», citando a las estudiantes que viajaban sin un tutor masculino. La medida provocó la indignación de las mujeres afganas.
Se trata de un paso más en la brutal represión talibán de las libertades de las mujeres afganas, tras la toma del poder por el grupo islamista radical en agosto de 2021.
La ONU condenó este sábado el anuncio de los talibanes.
«Las mujeres deben poder desempeñar un papel fundamental en todos los aspectos de la vida, incluida la respuesta humanitaria. Prohibir a las mujeres trabajar violaría los derechos más fundamentales de las mujeres, además de ser una clara violación de los principios humanitarios», decía el comunicado de la ONU.
«Esta última decisión solo perjudicará aún más a los más vulnerables, especialmente a las mujeres y las niñas».
También añadió que trataría de obtener una reunión con los dirigentes talibanes para pedir aclaraciones.
UNICEF dijo que la orden era un «atroz retroceso de los derechos de las niñas y las mujeres (que) tendrá consecuencias radicales en la prestación de servicios de salud, nutrición y educación para los niños».
«UNICEF está con todas las niñas y mujeres de Afganistán y exige que los talibanes permitan inmediatamente a todas las mujeres humanitarias reanudar su labor de salvar vidas para las familias y comunidades vulnerables», tuiteó George Laryea-Adjei, director regional de UNICEF para Asia meridional.
Amnistía Internacional pidió que la prohibición «se revierta inmediatamente» y que los talibanes «dejen de abusar de su poder».
«Las mujeres y las niñas no deben ser castigadas por exigir y defender sus derechos fundamentales», afirmó en un comunicado. «El derecho al trabajo de todas las personas, especialmente de las mujeres de Afganistán, debe realizarse plenamente de acuerdo con la legislación internacional sobre derechos humanos».
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, también se pronunció este sábado. «Profundamente preocupado porque la prohibición de los talibanes de que las mujeres entreguen ayuda humanitaria en Afganistán interrumpirá una asistencia vital y que salva vidas a millones de personas», escribió en Twitter.
«Las mujeres son fundamentales para las operaciones humanitarias en todo el mundo. Esta decisión podría ser devastadora para el pueblo afgano».
El representante especial de Estados Unidos en Afganistán, Thomas West, tuiteó el sábado que la última orden de los talibanes es «profundamente irresponsable».
«Supone riesgos mortales para millones de personas que dependen de la asistencia vital. Los talibanes ignoran sus responsabilidades más básicas para con su pueblo», tuiteó West.
Aunque los talibanes han afirmado en repetidas ocasiones que protegerían los derechos de las niñas y las mujeres, en realidad han hecho todo lo contrario, despojándolas de las libertades por las que tanto han luchado en las últimas dos décadas.
Algunas de las restricciones más llamativas se han producido en el ámbito de la educación, y en marzo se prohibió a las niñas volver a los centros de enseñanza secundaria. La medida devastó a muchas estudiantes y a sus familias, que describieron a CNN sus sueños truncados de convertirse en doctoras, profesoras o ingenieras.