El mejor día de la vida de Eric llegó días antes del peor.
Después de años de espera, docenas de pruebas y una estadía de dos semanas en una sala psiquiátrica, Eric finalmente recibió su primera inyección de testosterona. Eric es un hombre transgénero de 23 años oriundo de Ucrania. Designado como mujer al nacer, dice que comenzar la terapia hormonal fue un paso importante en la búsqueda de convertirse en su verdadero yo.
“Fue una felicidad absoluta. Estaba eufórico, era el momento que había estado esperando durante mucho tiempo”, dijo a CNN en julio Eric, quien pidió que no se usara su apellido porque le preocupa su seguridad en Chisinau, Moldavia.
Pero solo unos días después de que Eric recibió lo que debería haber sido la primera de una serie de inyecciones de testosterona administradas en una clínica en Kyiv, Rusia invadió Ucrania. Y todo cambió.
“La clínica había cerrado por el peligro de ataques aéreos. Tenía la testosterona, pero no había forma de que me la administraran. No tenía las agujas y había una gran escasez de todo en las farmacias, incluso de las cosas más básicas, porque obviamente, durante la guerra, había una gran necesidad de cosas como jeringas”, dijo Eric.
El brutal asalto de Rusia a Ucrania ha cambiado la vida de millones de ucranianos. Pero para Eric y muchas otras personas trans, la guerra también ha hecho que sea mucho más difícil ser quienes son.
Muchos perdieron el acceso a medicamentos vitales y ayuda psicológica. Algunos fueron completamente aislados de sus comunidades y forzados a vivir en espacios donde las personas LGBTQ no son bienvenidas, según el comisionado de Derechos Humanos del Consejo de Europa.
Los problemas burocráticos, como tener documentos personales emitidos bajo otro género, pueden ponerlos en un riesgo extra.
El grupo ucraniano de derechos de las personas transgénero Cohort dice que ha ayudado a más de 1.500 personas desde el comienzo de la guerra, ayudándolas a mudarse a áreas más seguras y a pagar sus facturas. La ONG también trabaja con los albergues para asegurarse de que tengan los suministros básicos que necesitan.
Pero la solicitud que Cohort más recibió en los últimos meses es para recibir terapia hormonal, o HRT, en inglés, según Anastasiia Yeva Domani, cofundadora y directora ejecutiva de la organización.
La HRT puede ser utilizada por mujeres trans, hombres trans y personas no binarias para hacer que su apariencia física esté más alineada con su identidad de género. Los medicamentos alteran los niveles de testosterona o estrógeno del cuerpo y provocan cambios físicos que normalmente ocurren durante la pubertad.
Al igual que ocurre con otros medicamentos, los suministros de hormonas en Ucrania se han visto severamente limitados desde el comienzo de la guerra. Las cadenas de suministro a menudo se ven interrumpidas por los enfrentamientos y comprar en el extranjero es cada vez más difícil, debido a que el colapso del valor de la moneda ucraniana ha hecho que las importaciones sean mucho más caras, dijo Domani.
“Algunas personas comenzaron a sustituirlos por versiones más baratas de los productos, o bajaron las dosis para tratar de estirar [su suministro]. Muy a menudo no discuten estas decisiones con su endocrinólogo, lo cual es peligroso”, agregó.
Las terapias hormonales generalmente se prescriben en dosis que aumentan gradualmente con un control cuidadoso hasta alcanzar un nivel hormonal estable, según Gendered Intelligence, una organización benéfica y con sede en el Reino Unido que apoya a las personas trans. Diferentes personas pueden requerir diferentes dosis, porque todos responden de manera diferente a la terapia.
“Tener un nivel hormonal seguro y estable es importante porque las hormonas gobiernan una amplia gama de funciones corporales, desde la actividad cerebral hasta el desarrollo óseo”, dijo a CNN Cleo Madeleine, vocera de Gendered Intelligence.
“Si una persona trans se ve obligada a reducir su dosis por debajo de la cantidad recetada debido a la escasez de medicamentos o la interrupción de las líneas de suministro, como hemos visto en Ucrania, podría causar inestabilidad en el estado de ánimo, agravar la disforia de género e incluso provocar problemas de salud más graves”.
La situación en Ucrania se ha vuelto tan desesperada, dijo Domani, que algunas personas, en lugar de enfrentar los efectos potenciales de la abstinencia, han recurrido a la automedicación con sustitutos caseros.
“Hay personas que han estado haciendo su propia HRT en casa, consiguiendo las hormonas a través de canales de Telegram y cosas así”, dijo. “Definitivamente no es algo seguro”.
Comprar medicamentos más baratos en línea también puede ser extremadamente riesgoso.
“Desalentamos enérgicamente la automedicación con tratamientos farmacológicos de origen irregular. Las terapias hormonales obtenidas por Internet pueden ser peligrosas y, a veces, están contaminadas”, advierte el Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido.
Eric dejó Ucrania poco después del comienzo de la incipiente guerra. “Pensé que iba a morir allí. Las alarmas, las explosiones todo el tiempo, las sirenas que sonaban 20 veces al día, temía por mi vida”, dijo.
Con su pasaporte todavía con el nombre que le dieron al nacer, a Eric se le permitió cruzar la frontera hacia Moldavia, donde estuvo a salvo de las bombas rusas. El gobierno de Ucrania prohibió a la mayoría de los hombres en edad de luchar abandonar el país poco después de que estallara la guerra.
Al principio, Eric pudo encontrar un médico que le administró las inyecciones que había traído de Ucrania. Pero una vez que se le acabaron, se quedó sin medicación.
Algunos de los efectos del tratamiento anterior comenzaron a revertirse. Por ejemplo, su ciclo menstrual regresó después de detenerse antes en el proceso y experimentó cambios de humor, dijo. Agotado por el estrés y la incertidumbre, y traumatizado por la guerra, se volvió emocionalmente insensible, dijo.
‘Un movimiento activo’
Aunque todavía va a la zaga de muchos países de Europa occidental, Ucrania ha tomado medidas en los últimos años para apoyar más a la comunidad LGBTQ+. Por ejemplo, mediante la adopción de amplias leyes antidiscriminatorias. Esto se debe en parte al deseo de Kyiv de unirse a la Unión Europea, que exige a los futuros estados miembros que adopten leyes que protejan a las minorías.
Sin embargo, varias personas también le dijeron a CNN que la invasión de Rusia a Ucrania ha provocado un impulso aún mayor por la igualdad y la inclusión, porque los ucranianos se dieron cuenta de que sus valores también estaban bajo ataque.
Rusia se ha vuelto cada vez más homofóbico bajo el Gobierno del presidente Vladimir Putin. En 2013, aprobó una ley que prohíbe la “propaganda de relaciones sexuales no tradicionales” entre menores, que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó que era discriminatoria y violatoria de los derechos humanos.
En noviembre, el parlamento ruso amplió la ley para prohibir a todos los rusos promover o “elogiar” las relaciones homosexuales o sugerir públicamente que son “normales”. Según Human Rights Watch, la nueva ley también “aislaría a los niños de cualquier información sobre orientación sexual alternativa e identidad de género, incluida la transición de género”.
Putin no ha ocultado el hecho de que su invasión a Ucrania estuvo motivada en parte por el deseo de Kyiv de alinearse más estrechamente con el mundo occidental y sus valores.
Si bien los ucranianos trans todavía experimentan dificultades en algunos espacios, por ejemplo en los refugios que albergan familias, según Cohort, la retórica rusa discriminatoria ha empujado a más ucranianos a alzar la voz.
“Nunca antes obtuvimos 25.000 firmas en una petición para apoyar el matrimonio entre personas del mismo sexo y que el presidente dijera que está trabajando para legalizar las uniones civiles, incluidas las uniones entre personas del mismo sexo”, dijo Domani.
El funcionario público Arthur Ozerov dijo a CNN que experimentó este cambio de actitud de primera mano cuando decidió declararse LGBTQ+ y drag queen ocasional a principios de este año.
«Estaba placenteramente sorprendida. No tuve ningún problema en absoluto. Mis compañeros de trabajo, incluso los que solían ser homofóbicos, me trataron bien”, dijo.
“La actitud de los ucranianos hacia las personas LGBTQ+ ha cambiado drásticamente desde el comienzo de la guerra; ahora hay un movimiento activo con respecto a sus derechos y libertades”, agregó.
Ozerov dijo que creía que esto se debía en parte a que, al igual que él, muchas personas se declararon LGBTQ+ mientras participaban directamente en los esfuerzos bélicos —desde luchar en el frente hasta ser voluntarios—. El propio Ozerov usa uniforme cuando trabaja con el ejército en su calidad de funcionario.
Pero hay otra razón para las actitudes más liberales, dijo.
Estar bajo el ataque de Rusia, que condena al ostracismo a la comunidad LGBTQ+ con sus leyes, ha hecho que muchos ucranianos se den cuenta de que quieren apoyar los valores europeos que promueven la inclusión y la igualdad, dijo.
Huyendo de la guerra
Más de 7,8 millones de personas han huido de Ucrania desde la invasión rusa, según las Naciones Unidas. De ellos, más de 4,7 millones se han registrado para obtener protección temporal en países de toda Europa.
Para la mayoría, la decisión sobre si irse y a dónde fue definida con base en la existencia de amigos y familiares, su situación financiera y su capacidad de viajar. Pero para las personas de las comunidades LGBTQ+ hay otras preocupaciones.
Los derechos de las personas trans son menos en algunos países de la Unión Europea que en Ucrania. Por ejemplo, la República Checa, Finlandia, Letonia, Hungría y Rumania todavía exigen que las personas trans se sometan a una esterilización si quieren cambiar de género.
Polonia y Hungría, dos países que limitan con Ucrania y han visto una gran afluencia de refugiados, han sufrido un retroceso de los derechos LGBTQ en los últimos años, tanto que la Comisión Europea inició acciones legales contra ellos por el tema en julio de 2021.
Y en algunos países europeos, obtener acceso a la HRT puede ser un proceso más complicado y largo que en Ucrania, porque las leyes locales pueden requerir evaluaciones más largas antes de comenzar el tratamiento, según datos recopilados por Transgender Europe, una red de más de 200 grupos de derechos trans.
Ese es uno de los motivos por los que Edward Reese inicialmente estaba decidido a quedarse.
“No quería irme porque tenía planeada mi cirugía superior en Kyiv en marzo”, dijo a CNN Reese, quien se identifica como hombre trans, refiriéndose al procedimiento para cambiar la apariencia de su pecho, en este caso a través de la extirpación de tejido mamario.
Reese ha sido muy abierto sobre su proceso de transición y lo documentó en su blog y TikTok. Lo estaba haciendo para recaudar fondos para la cirugía, pero también para generar conciencia sobre los problemas que enfrentan las personas trans en Ucrania.
“Quería mostrarles a otros hombres trans cómo hacerlo en Ucrania, así que documenté todos los pasos que realicé en mi blog”, dijo Reese.
Pero poco después de la invasión, el médico de Reese abandonó el país. La cirugía estaba cancelada.
Reese comenzó a buscar otras opciones y, en marzo, se fue a Copenhague, Dinamarca. Pese a los derechos en ese país, los tiempos de espera para la atención médica de afirmación de género pueden ser muy largos, dijo Reese.
Según un informe de Transgender Europe, los tiempos de espera para una cita inicial con un especialista pueden prolongarse hasta años en varios países de la Unión Europea como Irlanda, Bélgica, los Países Bajos y Suecia.
Reese dijo que contemplaba tratar de obtener hormonas a través de canales no oficiales, incluso en línea, pero decidió que era demasiado peligroso.
Basándose en su propia experiencia, Reese comenzó un grupo de apoyo en línea para personas ucranianas trans y no binarias que se han visto aisladas de sus comunidades. “Muchas personas trans menores de edad o estudiantes tienen que quedarse con sus padres (…). Quiero brindarles un ambiente agradable y acogedor”, dijo Reese.
‘Es todo lo que importa’
Conectarse con grupos o comunidades en línea puede volverse vital para las personas trans que huyen del conflicto.
Anastasiia Danilova, directora ejecutiva de GENDERDOC-M, la única organización de defensa de los derechos LGBT en Moldavia, dijo que cuando la situación en Ucrania comenzó a deteriorarse a fines de febrero, su grupo comenzó a pensar en la ayuda que podrían necesitar los refugiados trans.
“La gente está huyendo de una guerra, eso ya es un estrés enorme, ya es duro; y luego hay un trauma adicional, una presión adicional debido a sus identidades, por ejemplo, de no ser aceptados en refugios comunes”, dijo.
Se ha registrado que más de 697.000 personas cruzaron a Moldavia desde Ucrania tras el comienzo de la guerra. Según la ONU, unos 96.000 están registrados allí como refugiados. GENDERDOC-M quería asegurarse de que todos se sintieran bienvenidos. El grupo lanzó una línea directa para ucranianos LGBTQ+ y abrió un refugio amigable para LGBTQ+.
“Cuando llegaron, les brindamos alojamiento, comidas, apoyo médico, psicológico y legal, y estamos trabajando con nuestras organizaciones asociadas en Ucrania”, dijo Danilova, y agregó que, hasta noviembre, el grupo había ayudado a unas 200 personas LGBTQ procedentes de Ucrania.
Fue GENDERDOC-M la que finalmente ayudó a Eric a obtener los medicamentos que necesitaba para reanudar su transición. También le proporcionó un lugar para encontrar nuevos amigos y ser él mismo.
“Quería retomar mi transición a toda costa. Es mi vida, es todo lo que importa”, dijo. “Me salvó la vida”.
Desde su regreso a Ucrania a principios de octubre, Eric se ha mantenido ocupado como voluntario en un centro humanitario dirigido por una organización LGBTQ y en un comedor de beneficencia que ofrece comidas gratuitas a los ancianos. También ha continuado con su transición.
“Siempre me vendría bien un poco más de cabello en la barba, pero por lo demás va bastante bien”, le dijo a CNN.