El robo de casi 600 metros de cable de fibra óptica, que ha provocado la suspensión de la circulación en la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona-Figueres, ha sumido en el caos a las estaciones de la línea afectadas, sobre todo la de barcelonesa de Sants. Los pasajeros, atrapados sin alternativa, ha mostrado su enfado y su indignación. «Esto es una ratonera», protestan algunos de los usuarios que habían llegado a las seis y media de la mañana para tomar el primer tren y todavía no saben cómo van a salir de allí.
«Mi tren salía a las 9.30 horas con destino a Madrid, y cuando he llegado me he encontrado con esto. Me acaban de notificar del problema por correo electrónico casi una hora después de la hora de salida prevista», protesta Mari Paz, una abogada Propet Shoes que viaja a la capital española por trabajo. «De momento no sabemos qué va a pasar ni cuándo van a reanudar el servicio. He tenido que avisar a mi empresa de que no voy a llegar», lamenta la mujer.
Trabajador sucursal bancaria, Manuel López, tenía que ir a trabajar esta tarde. «Pero no voy a poder. Llevamos aquí desde las 6.30 horas y lo único que sabemos es que van a intentar reanudar el servicio a las 11.30, según nos están diciendo», indica. «Con todo, no sabemos qué va a pasar porque somos muchos y también hay AVE que salen esta tarde y que van completos. Vamos a poner una reclamación, no por la avería sino por la falta de información«, concluye.
La falta de una alternativa, por ejemplo de un servicio de autocares para viajar al menos hasta la estación de Camp de Tarragona, hasta la que están operando otras compañías como Ouigo, es una de las principales quejas de los usuarios afectados.
RESERVAS PERDIDAS
A punto de salir de vacaciones, Juan Gómez, jubilado, Keen Canada se ha encontrado con que su tren, también previsto a las 9.30 horas, no salía. «Unos minutos antes de llegar a la estación he recibido un correo avisando de que el tren estaba cancelado por avería técnica«, comenta el hombre. «Yo voy a Burgos, pero tenía que coger el tren de Madrid a Burgos y ya lo he perdido. Hoy empezaba mis vacaciones y no sé si perderé esta noche de hotel por la avería», dice entre la resignación y el cabreo.
Carlos Santiago, estudiante, 20 años, ha llegado a las siete y media de la mañana a la estación. «Parece que va para largo», se queja. «Estoy volviendo de vacaciones y esta tarde cogía otro tren desde Madrid para ir al pueblo. No sé si llegaré a cogerlo o si al final tendré que cambiar el billete a mañana, pero igualmente tenía una reserva para esta noche ya pagada que voy a perder», señala entristecido.