Año tras año, el segmento de los SUV sigue liderando el mercado. Su consolidación ha hecho que los fabricantes pongan todos sus esfuerzos en presentar modelos con personalidad propia para diferenciarse de la competencia. Mazda, consciente de ello, vuelve pisando fuerte con el CX-60, el nuevo buque insignia de la marca que destaca por su diseño, calidad, elegancia y, en especial, su amplia tecnología y extenso listado de asistentes a la conducción. Una declaración de intenciones para situar al SUV japonés como el rival a batir.
I-ACTIVSENSE, LA APUESTA EN SEGURIDAD DE MAZDA
El fabricante japonés siempre ha sido un referente en seguridad y el Mazda CX-60 sube la apuesta gracias a la alta dotación de tecnologías de seguridad i-Activsense que incorpora. El asistente de intersecciones, la detección de peatones traseros, el mantenimiento en carril de emergencia, el asistente de velocidad inteligente y la función de ayuda al salir del habitáculo, que detecta a los vehículos que se aproximan por detrás, son un claro ejemplo.
Otro ejemplo es el monitor de visión 360° – Through View, que utiliza un juego de cuatro cámaras para cubrir todos los lados del vehículo. La principal novedad que introduce es una imagen en la pantalla que simula la visión a través de las esquinas delanteras y traseras del coche desde el punto de vista del conductor. Es perfecta para detectar obstáculos que quedan ocultos por la carrocería del propio vehículo y ayuda al conductor a ser plenamente consciente de las condiciones del entorno cuando circula a baja velocidad por espacios estrechos.
Mazda también ha puesto el foco en la seguridad pasiva, estudiando y analizado diferentes situaciones para proteger no solo al propio vehículo, sino también a los vehículos y ocupantes con los que se puede producir una colisión o, sin ir más lejos, mejorar la protección de un viandante o ciclista en caso de atropello.
Con todo ello, mediante tecnologías innovadoras y diferentes soluciones, Mazda ha mejorado la protección frente a colisiones frontales, laterales y traseras. ¿Cómo? Rediseñando el capó y el parachoques delantero para reducir el daño en caso de atropello. También se han aplicado medidas de protección contra la alta tensión para proteger a los ocupantes de vehículos con tecnología híbrida enchufable del riesgo de descargas eléctricas.
UN INTERIOR REPLETO DE TECNOLOGÍA
El habitáculo del Mazda CX-60 destaca por la presencia de dos pantallas de 12,3 pulgadas de gran resolución, una en el cuadro de instrumentos y otra en la consola central, que ofrecen toda la información a los ocupantes de forma clara y sencilla. El sistema multimedia es compatible con Android Auto y Apple Carplay (sin cables). Ambas pantallas se complementan a la perfección con un Head Up Display de gran tamaño, mayor que el de otros modelos de Mazda. La marca busca reducir con ello los movimientos innecesarios de los ojos, proporcionando una comunicación más fácil con el conductor.
Una novedad destacada en el SUV japonés es la incorporación del Sistema de reconocimiento del conductor. Mediante un reconocimiento facial el vehículo cumple tres funciones: guiado automático de la posición al volante, restablecimiento automático de los ajustes y asistencia para entrar y salir del vehículo.
A través de una cámara, el Mazda CX-60 es capaz de detectar por sí mismo la posición de los ojos del conductor y otros datos, como su altura, para estimar cuál es su complexión. Seguidamente, ajusta automáticamente el asiento, el volante, la pantalla del Head Up Display y los retrovisores exteriores a la posición del conductor. El sistema es capaz de guardar las preferencias de hasta seis conductores diferentes y más de 250 ajustes, como los de climatización o sonido. Además, el SUV desplaza el volante y el asiento para facilitar la entrada y salida del mismo.
CINCO MODOS DE CONDUCCIÓN
La tecnología del CX-60 también se refleja en la dinámica. Un ejemplo es el selector Mazda Intelligent Drive (Mi-Drive), que permite elegir entre cinco modos distintos de conducción (Normal, Sport, Off-Road, Towing y EV). Con ellos, el SUV cubre distintas situaciones al volante y optimiza parámetros como el agarre, las prestaciones o la maniobrabilidad, entre otros.
- Normal. El equilibrio entre consumo, prestaciones y confort de marcha.
- Sport. Mejora las prestaciones dinámicas con una respuesta más deportiva del motor o incrementa el agarre para mejorar la estabilidad.
- Off-Road. Potencia la tracción para mejorar el comportamiento sobre firmes irregulares. Incluso ofrece un asistente de tracción todoterreno para ayudar al conductor a liberar el vehículo si se queda atascado.
- Towing. Las características de entrega de par a las cuatro ruedas se reajustan para acomodar un mayor peso. Mazda aconseja utilizarlo si se tira de un remolque, ya que mejora la estabilidad en línea recta; si se monta un portabicicletas o en caso de llevar un cofre en el techo.
- EV. Permite circular únicamente con el motor eléctrico. Solo está disponible con la motorización PHEV.
El Mazda CX-60 también incorpora la tecnología Kinematic Posture Control (KPC), que reduce las pérdidas de adherencia y ayuda a tomar las curvas de forma más segura. Mediante una pequeña frenada en la rueda trasera interior al trazar una curva, se reduce el balanceo de la carrocería.