Los períodos y las competiciones deportivas no se mezclan, especialmente cuando al dolor menstrual se suma el estrés asociado con la vestimenta. En algunos deportes -el tenis a la cabeza con el torneo de Wimbledon- las deportistas se ven obligadas a vestir de blanco, un color que provoca ansiedad cuando llega la menstruación. Las deportistas rompen hoy el silencio reclamando que se tenga en cuenta el daño al rendimiento de las tenistas, futbolistas y judokas.
Hablar acerca de las reglas para cambiarlas. Es lo que hizo recientemente Alicia Barnett, tenista británica, tirando una piedra al charco al evocar la tradición de la ropa blanca en el deporte, y en lo que a ella respecta, en el torneo de Wimbledon .
“Durante las preclasificatorias tuve mi período y los primeros días fueron muy pesados”, dijo el 4 de julio a la agencia de prensa AP, según informó ‘Sky News’. «Estaba un poco estresada por eso. Creo que tener tu período en la gira ya es bastante difícil, pero vestir de blanco no ayuda».
Ya el pasado mes de mayo, la jugadora china, Quinwen Zheng, había comenzado a levantar el tabú del periodo en el deporte, explicando su derrota en Roland-Garros en octavos de final por sus dolores menstruales, y lamentando no haber «habido podido demostrar (su) tenis».
Pero más allá de estos dolores que nadie sospecha, está el miedo de ver las manchas provocadas por el periodo expuestas a los ojos de todos. Sobre una falda blanca, sobre unos shorts o un kimono.
«Estrés mental»
Para limitar el impacto de este fenómeno mensual en su rendimiento, a las deportistas les gustaría poder terminar con la tradición de vestir de blanco.
Un símbolo de la burguesía británica, el «código de vestimenta completamente blanco» ha sido de rigor en Wimbledon desde que se creó la competencia en 1877. Arraigada en los estándares victorianos de decoro, la regla se hizo oficial en 1963.
Según el sitio web oficial de Wimbledon, el código de vestimenta establece que todos los jugadores deben usar «ropa de tenis apropiada que es casi completamente blanca». Una regla que se aplica desde el momento en que los jugadores ingresan al campo. La vestimenta debe ser estrictamente blanca, excluyendo «blanquecino o crema».
Si un umbral de tolerancia a veces autoriza el uso de tonos «pastel», los organizadores del torneo quieren que la espalda, los pantalones cortos, las faldas, las medias, los zapatos y las gorras permanezcan en blanco. Así, en 2002, mientras se había puesto un pantalón corto negro, a la tenista rusa Anna Kournikova le pidieron que volviera al vestuario y encontrara una prenda blanca.
En respuesta a un tuit que evocaba la menstruación y cómo puede afectar a los resultados de determinadas jugadoras durante las competiciones deportivas, la campeona olímpica Mónica Puig evocó, a finales de mayo, «el estrés mental de tener que vestir de blanco en Wimbledon y rezar por no tener el período durante estas dos semanas».